Simplemente ¡SOY MUJER!
Escribir es un deleite, me encanta, mi corazón se llena de gozo, de sentir las palabras, las letras, de disfrutar una taza de té con un panecillo delicioso, es la primera vez que lo hago para que los demás lo vean, no tengo ninguna experiencia simplemente quiero escribir, que mi alma hable, que mi corazón lata, que la vida fluya, que me sienta llena, feliz.
Es un día hermoso, lleno de paz, de gloria, de salud, bienestar, soy yo, sólo yo, no importa nada, no importa nadie; mi yo interior se regocija, porque lo veo, lo siento, lo tenía olvidado, lo tenía escondido, no le permitía expresarse, ahora lo suelto, lo dejo libre, lo dejo ser, hoy es ese día, donde no importa mas que expresar lo que mi alma siente, me doy cuenta de que tengo mucho amor dentro de mí, que no he podido expresar con palabras, pero que con las letras es mucho mas fácil, no importan los errores, todo queda aquí, en esta hoja, donde nadie se da cuenta .
Mi vida ha sido larga, un tiempo sin sentido, sin camino, sin amor , sin saber dar ni recibir , en un agujero obscuro , duré años sin poder salir de ahí , sin encontrar el camino , fue difícil, pensaba que así tenía que ser , fue lo que me enseñaron, estar sometida, pensaba que como mujer no tenía otra opción, que ser esposa y madre, y estar ahí solo para los demás, yo no contaba , yo no era importante , el otro era más importante que estuviera bien , que sonriera, que fuera feliz , que estuviera cómodo, yo solo estaba al servicio de eso, pero no estaba feliz , aunque pensaba que así tenía que ser, mi alma se revelaba, yo no la escuchaba sola, lloraba a escondidas, en las cuatro paredes de mi habitación, en mis momentos de soledad, mientras mi familia duerme, ese momento, a la vez era el momento que mas esperaba y le agradecía a Dios ese instante donde podía estar sola conmigo, un instante antes de dormir, era un momento donde platicaba con el que todo lo sabe y todo lo ve, y cada noche le pedía lo mismo, que me mostrara un camino, una luz, una salida sencilla sin dolor y sin lastimar a nadie, pero pasaban los días los meses , pasaron los años y todo igual no me cansaba de pedir lo mismo, buscaba un camino sin querer caminar, un camino mágico.
Después de años y años obscuros sin sonrisas sin sentirme amada, sin saber amar, paso el tiempo , demasiado tiempo y mi juventud comenzaba a pasar poco a poco y todo igual, después de crear en mi mente novelas de terror que terminaban en momentos felices, esas eran mis preferidas, pero esas novelas de terror era la vida esos días sin sentido, donde la reina era la apatía, sin ganas de nada, una vida gris, donde cada noche en esos momentos míos y de mi acompañante que siempre me escuchaba paciente, tal vez esperando que me moviera y yo no lo entendía, yo le reprochaba el porque de esta vida sin sentido , ¿Dónde esta la belleza de la vida? no la puedo ver, y le decía, muéstrame que esta vida vale la pena , para continuar aquí, porque tampoco tenía el valor de quitarme la vida y no por mi, por mis hermosas hijas que me sonreían, pero yo no podía ver esa maravilla que ellas me mostraban cada instante, eran ellas las que me tenían aquí, porque sabía que eran pequeñas y me necesitaban, pero yo no terminaba de entender donde estaba la gracia, la felicidad, el sentido.
Después de tanto pedir, pude vivir un momento, el momento que yo tanto pedía para agárrame de él, porque así sabría que la vida valía la pena, ese momento fue en un pequeño viaje local que hicimos mis hijas y yo, a un pueblo cercano a la ciudad donde el pretexto fue ir a cenar unas ricas tostadas que vendían en la cenaduría del pueblo, después de 40 minutos, al llegar al punto donde tendríamos que meternos en un camino fuera de la carretera 10 kilómetros más para llegar al pueblo, llegamos allí, pero la cenaduría estaba cerrada todavía, y comenzamos a caminar por el pueblo, es un pueblo normal como cualquier pueblo de México, y comencé a sentirme en otro espacio, comencé a ver el pueblo hermoso , con mucho color, con vida, me comencé a sentir plena feliz, donde nada hacia falta, estaba en el momento correcto, las personas correctas, el pretexto correcto, mis hijas felices y yo también, nada me hacía falta, era como haberme transportado a otro mundo donde todo era felicidad y plenitud, caminando por el pueblo, el viento movía mi pelo, lo sentía en mi piel, mis sentidos despertaron, todo era maravilloso, fuimos a cenar y nos regresamos, veníamos en el auto cantando y escuchando música, la noche ya había caído, una hermosa luna iluminaba nuestro camino .
Llegamos a casa, la realidad se impuso y el encanto termino, pero yo era otra, tenía ganas de vivir, sabía ahora que la vida podía ser diferente, sólo tenía que comenzar a vivir, a caminar, no esperar que llegara solo , me di cuenta que ese gran ser me había mostrado lo que yo tanto le pedía que la vida vale la pena vivirla, sólo hay que darnos la oportunidad de vivirla , de vivir para mí de una manera diferente a como lo había hecho hasta ese momento.
Así comenzó un largo camino de crecimiento y aprendizaje, hasta el día de hoy, que estoy aquí abriendo mi corazón y mi experiencia de vida y ahora profesional, para quien esté en éste momento como yo estuve y sepa que si hay un camino, y en otro momento les platicaré cual fue el camino que yo encontré para ahora sentirme otra mujer, segura, plena, feliz, donde ya no le reclamo a nadie y me hago cargo de mí.
Mil gracias por estar, mi gratitud y amor para todos y para la vida misma.
Y NUNCA OLVIDES, ¡LA VIDA SIMPLEMENTE ES!
Acerca de la autora
Lourdes Ibarra Wong
Directora de ALPHA centro integral de desarrollo humano, Soy simplemente una mujer con un largo camino recorrido y mucho trabajo personal, me interesa escribir sobre lo que he aprendido a través de mi vida y a través de mi experiencia profesional como terapeuta.
Deja tu comentario